Como ocurre en las peores pesadillas, existen maldiciones que no dan tregua, que avanzan, presentidas e inexorables hasta finales sorprendentes. Y sin embargo se trata de un mundo tan real y poderoso como el léxico que preside estos seis magníficos cuentos. Aquí están los malos sueños, terribles, pavorosos, que surgen de las entrañas de la tierra y trepan por las paredes de la conciencia llenando de negras sombras la vida y la historia de los personajes, y nos arrastran con la furia de un vendaval. Con su inagotable, fluida y barroca prosa, la autora nos ofrece estas páginas que derrochan fantasía y estos relatos que alcanzan la cima de lo indescriptible sin abandonar el suelo. Todo resulta asombroso y creíble mientras el lector se adentra en el mundo de lo onírico, subyugado por lo que tiene de espectral e insólito.