Las cumbres azuladas y añiles y marrones permanecen, y son límite y prisión, ayer y hoy. Éste es el universo de los que ayer fueron triturados en la trampa sin cañones de Fyffes por defender la honestidad y las Palabras-Con-Mayúscula, los que fueron condicionados por el terror y condenados a la persecución y al olvido… Hoy se sienten eximidos de toda responsabilidad moral y justificados por el instinto de supervivencia.