Este libro analiza la persistencia del machismo en Cuba, así como las actividades realizadas en el campo de la educación sexual entre los inicios del régimen revolucionario y finales de la década 1980, momento de implosión de la URSS y del establecimiento del «periodo especial» en Cuba. Además de la explicación sociohistórica de la desigualdad entre sexos, la autora narra en primera persona los avatares de la educación sexual, de la planificación familiar y de la lucha contra los arraigados prejuicios y tabúes en las relaciones entre los géneros. Una lucha marcada por avances, retrocesos y por la incomprensión y resistencia de buena parte de los poderes y de la sociedad.