Somos seres incompletos sin los objetos que nos rodean. No porque nos rodeen, sino porque forman parte inalienable de nosotros mismos, nos retratan. El título de este volumen de cuentos de Carlos Pinto sintetiza la verdad esencial del ser humano: la casa natal, los objetos que nos acompañan, el desván que almacena la felicidad en la memoria, que saca a flote los instantes, lugares, olores que hemos vivido: «continuaba buscando en el pasado la razón de todo».