Un viaje extrasensorial por las realidades extracorpóreas más imposibles. Nunca sabrá si lo que ha leído es la realidad que percibe o es producto de la mano que gestiona la realidad que usted debe percibir. Pero no se quede leyendo esto: corra y adquiera su ejemplar. O mejor diez o quince, sus descendientes se lo agradecerán eternamente. Y por si no volvemos a vernos: Buenos días, buenas tardes y buenas noches.